Simplicio y la convención

¡Hola, queridos lectores de Moco Comics! Esta tira la hice ahora que estuve con mesa en el Bazar Decomixado del pasado junio. Estuvo muy bien, creo que era un evento del tamaño adecuado, bien organizado, con un precio razonable por la mesa, y en un lugar maravilloso que no conocía: La Casa Universitaria del Libro de la UNAM, en la Colonia Roma, muy cerca de la Plaza Río de Janeiro. En fin, todo muy bien, pero sí hubo dos cosas que quise inmortalizar en este cómic: El hombre que le dice a simplicio «No me toques» y el Ratón Bubónico literalmente diciendo: «No te voy a comprar nada, vine a convencerte de que tú me contrates a mí». Ambos están basados en personas reales que pasaron por mi mesa, y todavía peor, la persona que me inspiró para el «No me toques» era colega artista que también tenía una mesa en el evento y que incluso dio una plática, pero cuando le ofrecí mis cómics como Simplicio en la tira, me echó una mirada que hasta me hizo pensar que tenía yo lepra y no me había enterado. No me pregunten quién era, porque la verdad no la conozco, pero en fin, la «escena del comic mexicano» no deja de tener estos especímenes. ¡Al menos el mal trago me inspiró a hacer la tira!

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Nací en 1982 luego de participar en la guerra de Vietnam. Tras haber estudiado cartonismo y ciencias de la procrastinación en la Universidad de la Sorbona en 1982, decidí salvar a los pingüinos de ellos mismos haciendo este comic. Es bien sabido que los pingüinos dejan de atacarse unos a otros y a su medio ambiente cuando están entretenidos con comics. Denme dinero.

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