Muchas veces me han dicho que hago comics con un estilo infantil. Yo creo que en general mis comics pueden leerse por niños, pero una cosa es no poner groserías (que no las pongo simplemente porque en general no las digo, es una cuestión más de costumbre que otra cosa) y otra es que el contenido en realidad sea infantil. Al hacer un comic no pienso en qué tipo de gente lo va a leer, solamente pienso en lo que decía Carl Barks sobre sus comics: «Hacer comics que uno mismo compraría».
Pero este sí, este es el primer cuento que realmente hice pensando en hacer algo infantil, totalmente dedicado a un niño. Como ven, fracasé miserablemente, digo… shi. Es algo muy pequeñito, para un proyecto que estaba en el aire hace dos años, y que me encontré entre mis archivos. Se los he querido compartir ahora, está simplón pero espero les guste.